El Primero de Mayo celebramos a quienes con su esfuerzo sostienen el mundo. Mujeres y hombres que, desde el anonimato o la visibilidad, hacen que la vida avance: nos alimentan, nos transportan, cuidan de otros, crean, limpian, cultivan, reparan… Trabajan.
No puedo pensar en esta fecha sin mirar a San José Obrero, a quien la Iglesia honra precisamente hoy. A él, que no pronunció palabra alguna en los Evangelios, pero cuya vida fue un testimonio silencioso de labor honesta, dedicación y fe. No es casual que a Jesús lo llamaran también “el hijo del carpintero”. San José no solo le enseñó un oficio; le mostró con su vida que el trabajo, hecho con humildad y entrega, también puede ser camino de santidad.
El Papa Francisco, en su homilía del 1º de mayo de 2020, dijo:
“Hoy, que es la fiesta de San José Obrero, y el Día del Trabajador. Recemos por todos los trabajadores. Por todos. Para que a nadie le falte el trabajo y que todos sean justamente remunerados y puedan gozar de la dignidad del trabajo y la belleza del descanso.”
Esa frase —"unción de la dignidad"— toca algo profundo: el trabajo no nos hace solo productivos; nos hace partícipes de la creación, colaboradores del bien común. Por eso, cuando se niega el trabajo o se degrada al trabajador, no solo se afecta la economía: se hiere la dignidad humana.
Vivimos en una sociedad donde cada persona, desde su rol, contribuye a una sinfonía de servicios que hacen posible la vida en comunidad. Y aunque las luchas sociales por mejores condiciones han sido necesarias y justas, hoy más que nunca necesitamos una cultura del trabajo que no se base en la explotación ni en el egoísmo, sino en la fraternidad y el reconocimiento mutuo.
Hoy es un buen día para agradecer, para bendecir las manos trabajadoras, para cuidar al que trabaja y para renovar nuestro compromiso con una sociedad donde cada esfuerzo sea valorado y cada persona dignificada.
Carlos Enrique Loría Beeche
Hijo de Guido, hijo de Arturo, hijos de Dios
Referencia: Homilía del Papa Francisco en la Casa Santa Marta, 1º de mayo de 2020.
“Hoy celebramos a San José Obrero y el Día del Trabajador. Que nadie se quede sin trabajo. El trabajo es la unción de la dignidad.”
Excelente siempre hay que agradecer a Dios por un día más de trabajo y que gracias a él tenemos muchas habilidades