El Gran Honor y Gratitud de Ser Abuelo: Un Amor Inmenso y Profundo
"El Señor te bendiga y te guarde; El Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su favor; El Señor vuelva su mirada hacia ti y te conceda la paz."

Ayer fue un día especial, un día que quedará grabado en mi corazón para siempre. Mi hijo Carlos Alberto recibió el mayor regalo de la vida: el nacimiento de su primogénito, a quien con gran alegría llamaremos Carlos Francisco. Su llegada no solo llena de felicidad a sus padres, sino que también colma mi corazón de un orgullo inmenso. Ser abuelo, ser su Tito, es un honor, una responsabilidad, y sobre todo, una bendición inigualable. Muchas gracias a toda la familia cercana, a mi famila extendida en cada uno de mis amigos y amigas!!! Gracias por todos esos mensajes hermosos que recibimos ayer!

Desde el momento en que supe que Carlos Francisco venía en camino, sentí un cálido resplandor en mi corazón, una emoción indescriptible que me llenó de alegría y gratitud. Sabía cuánto anhelaba mi hijo Carlos Alberto la paternidad, y verlo cumplir ese sueño hizo que mi felicidad fuera aún mayor. Recordé mis propias experiencias como padre, los momentos compartidos con mi hijo Carlos Alberto, y ahora, veo cómo él inicia este maravilloso viaje de la paternidad. Ver a mi hijo convertirse en padre es un regalo en sí mismo, un testimonio del amor y los valores que se transmiten de generación en generación..

Hoy es un buen momento para recordarme dos hermosos versos que siempre regalo a mis amigos y amigas cuando tienen un nieto o nieta:

"Corona de los ancianos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres."

(Proverbios 17:6)

Y ahora, quiero dar mi bendición a cada uno de mis nueve nietos con las palabras que mi padre nos transmitía con amor:

"El Señor te bendiga y te guarde; El Señor haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su favor; El Señor vuelva su mirada hacia ti y te conceda la paz."

(Números 6:24-26, Biblia de Jerusalén)

Pero hoy no solo celebro la llegada de Carlos Francisco, sino también la alegría que cada uno de mis nietos ha traído a mi vida. Porque si algo he aprendido, es que el corazón de un abuelo tiene espacio infinito para amar. Mis cuatro nietas y mis cuatro nietos han sido faros de luz, fuentes de sonrisas y recuerdos inolvidables.

A Elena, Jimena, Ariana y María Fernanda, mis queridas nietas, quiero decirles cuánto admiro su dulzura, inteligencia y fortaleza. Cada una de ustedes tiene un brillo único, una chispa especial que ilumina el mundo a su alrededor. Son la prueba viviente de que la ternura y la determinación pueden ir de la mano, y me llena de gozo verlas crecer con tanta gracia y carácter.

A Luis Diego, Gabriel, Rafael y Filippo, mis queridos nietos, les expreso mi más profundo orgullo. En cada uno de ustedes veo el coraje, la nobleza y la alegría de vivir. Me encanta ver cómo exploran el mundo con curiosidad y energía, siempre listos para enfrentar nuevos desafíos. Y en Rafael y Filippo, nuestros gemelos, veo un lazo inquebrantable, una complicidad que me recuerda la belleza de la fraternidad.

Mi Papá solía decir: "Los hijos de tigre salen pintados", y al verlos a ustedes, mis nietos, me doy cuenta de cuánta verdad hay en esas palabras. Cada uno de ustedes lleva consigo el aire familiar, una esencia que nos une, un reflejo de quienes somos. Y sin duda, los nietos del tigre... también salen pintados.

Cada uno de ustedes ocupa un lugar especial en mi corazón. No hay palabras suficientes para describir cuánto los amo, cuánto me enorgullecen y cuán agradecido estoy por tenerlos en mi vida. Ustedes son mi legado, mi más grande tesoro, la prueba de que el amor de una familia es el regalo más valioso que Dios nos ha dado.

También traigo a la memoria un mensaje que me regalaron cuando nació mi primogénito, un mensaje que guardo en mi corazón y que hoy comparto con mi hijo Carlos Alberto y con todos ustedes:

Si Dios te da un hijo... ¡Tiembla!

Por el sagrado depósito que te confiaré, Haz que ese hijo: Hasta los 10 años te admire, Hasta los 20 años te ame, Y hasta la muerte te respete.

Sé para ese hijo: Hasta los 10 años su padre, Hasta los 20 años su maestro, Y hasta la muerte su amigo.

Con todo mi cariño, Papá

2 comentarios en «El Gran Honor y Gratitud de Ser Abuelo: Un Amor Inmenso y Profundo»

  1. Además de mis felicitaciones por los 3 Carlos, quería hacerte una reflexión.

    Abuelo, ahora que aumentaste tu número, te corresponde no solo cuidar de tus hijos si no orientarlos a que ellos cuiden a tus nietos.

    Actualmente no todos los nuevos padres conocen las estadísticas del aumento de las enfermedades crónicas en los niños en el mundo.

    Solo para poner un ejemplo, según el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos, en la década de 1970, 1 de cada 10.000 niños presentaba incidencia de autismo. (En esa época los niños en los Estados Unidos recibían alrededor de 6 a 7 vacunas a lo largo de su infancia).

    Actualmente la incidencia de autismo en los niños estadounidenses es de 277 por cada 10.000 niños. (Actualmente los niños en los Estados Unidos reciben alrededor de 20-25 dosis de vacunas hasta los 8 años de edad).

    Muchos investigadores han relacionado los preservantes y elementos contaminantes contenidos en las vacunas y han demostrado que algunos compuestos sobrepasan por mucho las cantidades máximas permitidas para los cuerpos de los niños.

    En resumen:
    El porcentaje de aumento entre 7 vacunas de los años 70´s contra las 25 de hoy día es de 257.14%.

    El porcentaje de aumento entre 1 niño autista entre 10.000 de los años 70´s contra los 277 entre 10.000 de hoy día es de 27,600,00%.

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