En los días previos a la Navidad, la Iglesia invita a rezar las antífonas de Adviento, también conocidas como Antífonas Mayores o "Antífonas de la O", durante la oración de las Vísperas. Estas antífonas son un eco de las profecías de Isaías y preparan a los fieles para la venida de Cristo.
Se denominan "Antífonas de la O" porque, en latín, comienzan con esa letra. Cada una está compuesta por una exclamación que evoca un título mesiánico, seguida de una petición dirigida al Mesías. A continuación, se presenta una descripción detallada de cada antífona junto con sus referencias bíblicas y comentarios patrísticos.
17 de diciembre: "O Sapientia"
La primera antífona, que se reza el 17 de diciembre, es "O Sapientia" y dice:
"Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad: ven y muéstranos el camino de la salvación."
Referencia bíblica: Isaías 11:2-3; 28:29.
Comentario patrístico: San Agustín describe a Cristo como la Sabiduría divina encarnada que ordena todo con justicia y amor. Detalles en este link:
18 de diciembre: "O Adonai"
La segunda antífona, correspondiente al 18 de diciembre, es "O Adonai" y dice:
"Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley: ven a librarnos con el poder de tu brazo."
Referencia bíblica: Éxodo 3:2; 24:12.
Comentario patrístico: San Gregorio Magno ve en la zarza ardiente un signo de la presencia de Cristo, quien libera a su pueblo.
19 de diciembre: "O Radix Jesse"
La tercera antífona, del 19 de diciembre, es "O Radix Jesse" y dice:
"Oh Raíz de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos; ante quien los reyes enmudecen, y cuyo auxilio imploran las naciones: ven a librarnos, no tardes más."
Referencia bíblica: Isaías 11:1,10.
Comentario patrístico: San Jerónimo interpreta a Jesé como la raíz de donde brota el Mesías, signo de esperanza para todas las naciones.
20 de diciembre: "O Clavis David"
La cuarta antífona, para el 20 de diciembre, es "O Clavis David" y dice:
"Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel; que abres y nadie puede cerrar; cierras y nadie puede abrir: ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte."
Referencia bíblica: Isaías 22:22; Apocalipsis 3:7.
Comentario patrístico: San Juan Crisóstomo destaca que Cristo, como Llave de David, abre las puertas de la salvación.
21 de diciembre: "O Oriens"
La quinta antífona, correspondiente al 21 de diciembre, es "O Oriens" y dice:
"Oh Amanecer, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia: ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte."
Referencia bíblica: Malaquías 4:2; Lucas 1:78-79.
Comentario patrístico: San Ambrosio describe a Cristo como el Amanecer que trae la luz de la salvación al mundo.
22 de diciembre: "O Rex Gentium"
La sexta antífona, del 22 de diciembre, es "O Rex Gentium" y dice:
"Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo: ven y salva al hombre, que formaste del barro de la tierra."
Referencia bíblica: Isaías 28:16; Efesios 2:14.
Comentario patrístico: San Ireneo enfatiza que Cristo es la piedra angular que une a todos los pueblos bajo su reino.
23 de diciembre: "O Emmanuel"
La séptima y última antífona, para el 23 de diciembre, es "O Emmanuel" y dice:
"Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos: ven a salvarnos, Señor Dios nuestro."
Referencia bíblica: Isaías 7:14; Mateo 1:23.
Comentario patrístico: San Cirilo de Alejandría subraya que Emmanuel, "Dios con nosotros", manifiesta la encarnación del Verbo divino.
Notas adicionales
Según la Enciclopedia Católica, algunas iglesias medievales incluyeron otras antífonas, como "O Rex Pacifice", "O Mundi Domina" y "O Hierusalem", dirigidas a Cristo, la Virgen María y Jerusalén, respectivamente. Por otro lado, el Rito Parisino agregó dos antífonas (“O sancte sanctorum” y “O pastor Israel”), comenzando la recitación desde el 15 de diciembre.
Estas antífonas son un tesoro litúrgico que invita a los fieles a meditar en la grandeza de Cristo y en la promesa de su venida, recordándonos el verdadero significado de la Navidad.
Termino dando un agradecimiento a mi hermana Patricia, que me presentó estas antífonas. Muchas gracias!!!