Introducción
El Santo Padre nos invita a dar un paso decisivo: pasar de los gestos aislados a una caridad política que transforme la vida de todos. La pregunta no es solo “¿qué hago yo?”, sino “¿qué hacemos juntos como comunidad y sociedad para que nadie quede fuera?”. Esta página quiere acercar ese llamado, rezarlo y aterrizarlo en decisiones concretas.

¿Qué significa caridad política?

• Amor organizado en instituciones, políticas públicas y cultura cívica.
• Bien común por encima de intereses de grupo.
• Participación real de los pobres como sujetos de derechos y responsabilidades.
• Subsidiaridad que fortalece lo cercano, con Estado que tutela a los frágiles.

«La caridad es una fuerza que cambia la realidad, una auténtica potencia histórica de cambio» — Dilexi te, n. 91 (extracto).

Dos desviaciones a evitar

1. Filantropía sin justicia: ayuda esporádica sin mirar causas y estructuras.
2. Ideologización: convertir el Evangelio en lucha de bandos o en cálculo partidista.

«Hago votos para que crezca el número de políticos capaces de entrar en un diálogo auténtico… y sanar las raíces de los males» — Dilexi te, n. 91 (extracto).

Puente con la Doctrina Social de la Iglesia

• Dignidad de la persona y destino universal de los bienes.
• Bien común y subsidiaridad (personas–familias–cuerpos intermedios–Estado).
• Justicia social y solidaridad como formas de amor efectivo.

«Se ama al prójimo más eficazmente cuanto más se trabaja por un bien común que responda a sus necesidades reales» — cit. en Dilexi te, n. 88 (Caritas in veritate) (extracto).

«Falta un sistema de instituciones capaces de asegurar acceso a agua y comida, y de afrontar las crisis» — cit. en Dilexi te, n. 88 (extracto).

Voces del pasado

«No das al pobre lo que es tuyo, sino que le devuelves lo que es suyo. La tierra fue dada para todos.» — San Ambrosio de Milán, Nabot.

«No compartir con los pobres lo que posees es robarles; no son tuyos los bienes que tienes, sino de ellos.» — San Juan Crisóstomo, Homilías sobre Lázaro (cf. Mt 25,40).

«Lo que sobra a los ricos pertenece a los pobres; retener lo superfluo es poseer lo ajeno.» — San Agustín (cf. St 2,17).

«La Iglesia no puede callar ante tanta miseria; callar sería traicionar el Evangelio.» — San Óscar Romero, homilía (1977).

«Hacer de la Iglesia la casa y escuela de la comunión: éste es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza.» — San Juan Pablo II, Novo millennio ineunte, 43.

«El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres…» — Papa Francisco, Evangelii gaudium, 197.

Ecos de Dilexi te

Su Santidad León XIV denuncia la normalización del descarte y la inequidad, y nos llama a una conversión cultural que impacte estructuras.

«Hay ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados… Se instaura una nueva tiranía invisible.» — Dilexi te, n. 92 (extracto).

«El pecado social toma la forma de estructuras de pecado… se vuelve normal ignorar a los pobres.» — Dilexi te, n. 93 (extracto).

«La religión… no puede limitarse al ámbito privado; los fieles han de preocuparse del bien común.» — Dilexi te, n. 112 (extracto).

Pasos concretos (caridad política en acción)

• Participación cívica: mesas de diálogo barriales; presupuestos participativos; observatorios ciudadanos.
• Protección social: apoyar marcos de ingresos dignos, salud primaria y vivienda accesible; seguimiento ciudadano de su ejecución.
• Economía del cuidado: reconocer y financiar tareas de cuidado; promover empleo femenino y corresponsabilidad familiar.
• Trabajo decente: cooperativas, compras públicas con cláusulas sociales, formación y empleo joven.
• Transparencia: rendición de cuentas en parroquia, asociaciones y proyectos; auditorías sencillas y públicas.

Para llevar (ideas fuerza)

• El amor cristiano se institucionaliza en justicia y bien común.
• La opción por los pobres exige participación y cambios culturales.
• Sin justicia, la caridad se vuelve asistencialismo; sin caridad, la justicia se enfría.

Oración breve

Señor Jesús, enséñanos la mejor política: amar al pueblo con obras. Purifica nuestras intenciones y da sabiduría a quienes gobiernan, para que nadie quede fuera de la mesa. Amén.

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Carlos Enrique Loría Beeche, hijo de Guido, hijo de Arturo, hijos de Dios

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Continuará: Próximo capítulo — Ternura que evangeliza: cultura del encuentro hoy.
Lee el primer post de la serie: https://boletin.info/2025/10/20/el-amor-que-se-inclina-corazon-de-la-doctrina-social/

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Fuentes