Los pesebres son comederos para animales, pero en el antiguo Israel estaban hechos de piedra, no lo que verías en un belén moderno. No es cómodo, pero es excelente para protegerse. Por eso los que eran expertos en la materia, los sacerdotes, ponían en ellos a sus corderos recién nacidos para protegerlos. Pero no cualquier cordero, los corderos perfectos sin tacha que fueron usados en el sacrificio por los pecados.
"Si su ofrenda a Yahveh es un holocausto de ganado menor, de ovejas o de cabras, ofrecerá un macho sin defecto".
– Levítico 1:10San Cirilo de Jerusalén escribió sobre Cristo como el Cordero perfecto:
"Él fue llevado como un cordero, y no baló; ni abrió su boca. Él, que destruye el pecado del mundo, fue llevado al sacrificio para el bien de todos" (Catequesis 13, 5).Y Belén, donde nació Jesús, era famosa por sus corderos sin manchas utilizados para el sacrificio. Estos corderos tenían que ser perfectos para que los envolvieran bien apretados en una tela y los tumbaran en el pesebre para mantenerlos a salvo.
"Ahora bien, tú, Belén Éfrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá aquel que ha de dominar en Israel"
– Miqueas 5:1
San Gregorio de Nisa reflexiona sobre el significado del pesebre y la Encarnación:
"El que alimenta a todos los vivientes yace ahora en un pesebre. Quien es el alimento de los ángeles es ahora puesto en un comedero para animales irracionales, para que pueda traer la razón a nuestra irracionalidad y alimentarnos con el verdadero pan del cielo." (Homilía sobre la Natividad).
Esta es exactamente la razón por la que la única vez que se menciona a los pesebres en la historia del nacimiento de Jesús es a los pastores. En Lucas 2:12 dice:
"Esta será una señal para ti: encontrarás un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre".
¡Los pastores habrían entendido este poderoso paralelo! ¡Sabían lo que significaban la tela y el pesebre! Este bebé sería el cordero perfecto de Dios; el Mesías que sacrificaría su vida por los pecados del mundo entero.
"He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".
– Juan 1:29
San Agustín comenta:
"Reconozcamos en este Niño el sacrificio y la paz. Él es el Cordero sin mancha que fue enviado para expiar los pecados del mundo, trayendo consigo la reconciliación entre Dios y el hombre." (Sermón 190, 3).
Jesús no solo nació en un lugar humilde, sino que desde el principio fue presentado como el sacrificio perfecto, prefigurado en la ley y los profetas, para cumplir la voluntad de Dios.
"Fuisteis rescatados de vuestra vana conducta, heredada de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin defecto ni mancha".
– 1 Pedro 1:18-19
San León Magno profundiza en el misterio del sacrificio de Cristo:
"El mismo que fue concebido por el Espíritu Santo nació de la Virgen para ofrecer a la humanidad un sacrificio sin tacha, como el Cordero que quita los pecados del mundo. En su humildad, está la grandeza de nuestra redención." (Sermón 21, 3)
