26 de diciembre - San Esteban, protomártir
El 26 de diciembre, la Iglesia celebra a San Esteban, reconocido como el primer mártir cristiano, también llamado "protomártir". Su valentía y fe inquebrantable lo llevaron a ser un testigo ejemplar de Cristo, incluso hasta la muerte.
Comentario de San Agustín
San Agustín reflexiona sobre Esteban:
"Ayer celebrábamos el nacimiento temporal de nuestro Rey eterno; hoy celebramos la victoria de su soldado. Él amó tanto a Cristo que imitó su mansedumbre y oró por sus perseguidores mientras le apedreaban"
Este comentario resalta la conexión entre la celebración de la Navidad y el testimonio de Esteban, quien, lleno del Espíritu Santo, reflejó el amor y el perdón de Cristo en su martirio.
Vida y Martirio de San Esteban
San Esteban, uno de los siete diáconos elegidos por los apóstoles para servir a la comunidad, destacó por su profunda fe y sabiduría. Predicaba con fervor, realizando "grandes prodigios y señales entre el pueblo" (Hechos 6,8). Su elocuencia y defensa de la fe suscitaron la oposición de ciertos grupos, quienes, incapaces de refutar su sabiduría, lo acusaron falsamente de blasfemia. Fue llevado ante el Sanedrín, donde pronunció un discurso valiente, recordando la historia de Israel y reprendiendo a las autoridades por resistir al Espíritu Santo. Llenos de ira, lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Durante su martirio, Esteban exclamó: "Señor Jesús, recibe mi espíritu" y, arrodillado, clamó: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado" (Hechos 7,59-60), mostrando un perdón semejante al de Cristo en la cruz.
Significado de su Testimonio
San Esteban nos enseña que el amor y el perdón son las armas más poderosas del cristiano. Su disposición a perdonar a sus agresores refleja la enseñanza de Jesús de amar a los enemigos y orar por los perseguidores. Además, su martirio tuvo un impacto profundo en la Iglesia primitiva; entre los presentes en su ejecución estaba Saulo de Tarso, quien más tarde se convertiría en el apóstol Pablo, sugiriendo que el testimonio de Esteban pudo haber sembrado semillas de conversión en él.
Reflexión para Hoy
Al recordar a San Esteban, somos llamados a:
- Imitar su valentía: Defender nuestra fe con firmeza, incluso ante la adversidad.
- Practicar el perdón: Seguir su ejemplo de perdonar a quienes nos hacen daño.
- Servir con amor: Como diácono, Esteban se dedicó al servicio de los necesitados; estamos invitados a hacer lo mismo en nuestra comunidad.
Oración a San Esteban
"Dichoso tú, Esteban, que por proclamar tu amor a Cristo en la tierra te fuiste a acompañarlo a Él en el cielo. Intercede por nosotros para que, siguiendo tu ejemplo, seamos valientes en la fe y generosos en el perdón"
San Esteban, con su vida y muerte, nos muestra el camino del verdadero discipulado: una entrega total a Cristo, marcada por el amor, el servicio y el perdón. Que su ejemplo nos inspire a vivir nuestra fe con autenticidad y valentía.