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Recientemente adquirí un hermoso ahumador de gas! Y hoy me toca estrenarlo. Como he repedido muchas veces, el arte de la buena cocina toma tiempo, por lo que llevo cuatro días preparándo el estreno.
El pasado martes, fuí al Mercado Central de Ciudad Quesada, y me compre un hermoso pecho de res.
Dos kilos doscientos gramos, con una franja de grasa que le va a dar muy buen sabor. Pedí al carnicero que me empacara la carne al vacío, para poner a madurarla en la nevera.
Ayer viernes la saqué del empaque y procedí a adobar. Me encanta utilizar hierbas frescas, por lo que utilicé un poco de tomillo y otro tanto de romero. Adicionalmente hice una preparación con algunas especies secas: jalapeño molido, jengibre molido, moztaza en polvo, curry… y una mescla de sazón tropical para carnes. Azucar moreno y una pisca de canela.
Luego de aplicar sobre la carne, procedí a agregar un poco de miel de abeja. Luego preparé una envoltura con plástico de cocina (plastic wrap). Lo guardé en la nevera por unas horas. Esto permite a los condimentos y olores integrarse a la carne.
También hay que preparar la madera. Es conveniente sumergir en agua las chispas de madera, para que queden bien saturadas. Se puede hacer la noche anterior o unas horas antes. Lo importante es que la madera absorva el agua.
También podemos agregar hierbas al agua. El vapor producirá aromas que saturan el ahumador. También el ambiente huele de una manera espectacular!
En la parte inferior del ahumador quedan las chispas de madera y los olores con agua.
Al poner en el ahumador, le pongo su termómetro en la parte gruesa de la carne. La parte de la grasa va por arriba, de manera tal que los sabores se incorporen a la carne.